* ROSQUILLAS DE VICENTA (MI MADRE)
Posted: Mon 04 May, 2009 15:51
Ahora hay que ayudar a "la abuela" a hacer las rosquillas, simplemente porque siempre suele hacer un montón para dar a todos sus hijos (somos muchos), que luego para ella apenas se queda con unas poquitas, "mejor, dice, así no engordo, que no me conviene", . Así que ya que fuí a ayudarla, aproveché para hacer unas fotos. Pero si vierais, hacer la masa, fotos, freirlas, ...., como ella solo les daba la vuelta pues me decía que iba lenta, , bueno, ella también las iba embadurnando de azúcar, esas son sus manos. Espero que os gusten, la verdad es que están muy ricas.
ROSQUILLAS DE VICENTA (MI MADRE)
Ingredientes:
1 kg de harina especial para repostería
2 naranjas (ralladura y zumo)
1 limón (ralladura)
La piel de una naranja y de un limón
1 vaso (de agua) de aceite (girasol o de oliva suave, el que más os guste)
1 vaso (de agua) de azúcar
4 cucharadas de anises
6 huevos
2 sobres de levadura en polvo
Aceite para freír las rosquillas (girasol o de oliva, el que más os guste)
Azúcar para rebozar las rosquillas
Ponemos a calentar en una sartén, a temperatura suave, el vaso de aceite, las pieles de la naranja, del limón y una cucharada de anises, dejamos al fuego unos minutos para obtener todo el aroma y sabor. Reservamos.
En un bol grande (o un barreño pequeño) ponemos los huevos, las ralladuras, 3 cucharadas de anises (que o bien ponemos enteros o bien los machacamos previamente si no nos gusta encontrar nada, aunque después con la batidora se deshacen bastante) y el azúcar. Batimos muy bien.
Añadimos colado el aceite frito que teníamos reservado. Batimos de nuevo muy bien.
Añadimos el zumo de naranja. Batimos de nuevo.
Añadimos poco a poco la harina junto con la levadura tamizadas. Batimos ya con la batidora de amasar o con la mano.
La masa debe de quedar un poquito blanda, pero poco. Espolvoreamos con harina y dejamos reposar al menos una hora.
Ponemos al fuego una sartén honda con aceite a calentar. Vamos haciendo las rosquillas que iremos dejando sobre la mesa que está espolvoreada de harina para que no se peguen. Las manos las untamos de aceite para poder así hacer mejor las rosquillas y que no se peguen a ellas.
El calor del aceite habrá que ir ajustándolo según se vaya necesitando más o menos temperatura. Si el aceite está demasiado caliente se arrebatarán, se doraran enseguida quedando crudas por dentro y si está bajo de temperatura absorberán mucho aceite quedando aceitosas. Vamos echando por tandas las rosquillas, dándoles la vuelta una vez doradas por ese lado.
Las vamos dejando sobre un plato con papel absorbente para que escurra el exceso de aceite, luego las vamos pasando por azúcar y las vamos dejando en una fuente a que se enfríen.
Como salen una gran cantidad de rosquillas, las guardaremos dentro de una bolsa para que se conserven por más tiempo, pero la bolsa se cerrará cuando las rosquillas estén frías.
ROSQUILLAS DE VICENTA (MI MADRE)
Ingredientes:
1 kg de harina especial para repostería
2 naranjas (ralladura y zumo)
1 limón (ralladura)
La piel de una naranja y de un limón
1 vaso (de agua) de aceite (girasol o de oliva suave, el que más os guste)
1 vaso (de agua) de azúcar
4 cucharadas de anises
6 huevos
2 sobres de levadura en polvo
Aceite para freír las rosquillas (girasol o de oliva, el que más os guste)
Azúcar para rebozar las rosquillas
Ponemos a calentar en una sartén, a temperatura suave, el vaso de aceite, las pieles de la naranja, del limón y una cucharada de anises, dejamos al fuego unos minutos para obtener todo el aroma y sabor. Reservamos.
En un bol grande (o un barreño pequeño) ponemos los huevos, las ralladuras, 3 cucharadas de anises (que o bien ponemos enteros o bien los machacamos previamente si no nos gusta encontrar nada, aunque después con la batidora se deshacen bastante) y el azúcar. Batimos muy bien.
Añadimos colado el aceite frito que teníamos reservado. Batimos de nuevo muy bien.
Añadimos el zumo de naranja. Batimos de nuevo.
Añadimos poco a poco la harina junto con la levadura tamizadas. Batimos ya con la batidora de amasar o con la mano.
La masa debe de quedar un poquito blanda, pero poco. Espolvoreamos con harina y dejamos reposar al menos una hora.
Ponemos al fuego una sartén honda con aceite a calentar. Vamos haciendo las rosquillas que iremos dejando sobre la mesa que está espolvoreada de harina para que no se peguen. Las manos las untamos de aceite para poder así hacer mejor las rosquillas y que no se peguen a ellas.
El calor del aceite habrá que ir ajustándolo según se vaya necesitando más o menos temperatura. Si el aceite está demasiado caliente se arrebatarán, se doraran enseguida quedando crudas por dentro y si está bajo de temperatura absorberán mucho aceite quedando aceitosas. Vamos echando por tandas las rosquillas, dándoles la vuelta una vez doradas por ese lado.
Las vamos dejando sobre un plato con papel absorbente para que escurra el exceso de aceite, luego las vamos pasando por azúcar y las vamos dejando en una fuente a que se enfríen.
Como salen una gran cantidad de rosquillas, las guardaremos dentro de una bolsa para que se conserven por más tiempo, pero la bolsa se cerrará cuando las rosquillas estén frías.