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Coques de Nadal
400 sucre
200 saïm
6 ous
500 patata bullida
50 llevat
Barrejar es sucre amb es saïm i afegir els ous d'un en un i a poc a poc, després sa patata ben xafada i calenta[/color]
(los ingredientes: azúcar, manteca de cerdo, huevos, patata hervida y levadura prensada. La elaboración: Mezclar el azúcar con la manteca y añadir los huevos de uno en uno y poco a poco, después la patata bien chafada y caliente)
Esto es lo que tenía escrito mi madre en su cuadernillo de recetas y me dijo que era la que hacía su abuela.
Las Cocas de Navidad son dulces y muy ligeras, llevan manteca de cerdo (como las ensaimadas), patata, huevo y harina. Hay quien le pone bolitas de anís... en casa no hay costumbre... En Mallorca, en Noche Buena, al salir de la misa del Gallo todas las famílias se recogen en sus casas y se entregan con pasión a mojar Cocas de Navidad en un chocolate bien caliente...
La primera pregunta que le hice a mi madre evidentemente fue: ¿Cuánta harina se pone? Mi madre sabe que hago pinitos en la cocina y con cara de incrédula me contestó: "La que haga falta" Yo me recompuse al instante, mustié un "claro, claro..." y pensé para mí en los 30€ que me costó la balanza de precisión de 0,1g... pardillo que es uno...
De todas formas el mayor problema aquí no es éste. Lo verdaderamente fastidiado de esta elaboración es que la harina es de fuerza y requiere de dos prolongados leudados: El primero entre diez y quince horas y el segundo entre dos y seis. Esta "horquilla" de tiempo se debe a la temperatura... tengo recuerdos de mi madre levantándose en mitad de la noche para hornear las cocas porque ya habían "subido". También recuerdo vaciar un armario entero de cacerolas e ir metiendo ollas con agua caliente para subir la temperatura... además la masa tiene un tiempo límite… si no sube en un tiempo determinado se agria y a la basura...
La verdad es que yo no estoy por la labor, es lo que hay... por ello empecé a idear un sistema para "normalizar" el leudado. El tema es muy simple: Se trata de mantener una temperatura constante de unos 28ºC (podrían ser más, pero tampoco me interesa una panificadora industrial en casa...), para ello bastará con una resistencia que de calor, una sonda para medir la temperatura y un termostato para regular el encendido. A todo ello le añadí un ventilador para que la disipación de calor fuese más efectiva (le puse un interruptor aparte, no lo tenía muy claro) y un piloto para poder ver cuando estaba encendida la resistencia. Después de varias visitas a mayoristas de equipamiento de calefacción, unos 40,00€ en material y cuatro horas de "bricolaje" el invento quedó tal que así:
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