Ingredientes para 2 personas:
- 200 gramos de garbanzos - 1 bandejita de bacalao desmigado - 100 gramos de espinacas - 1 tomate rojo y carnoso - 3 ajos - 2 patatas medianas - 1 tacita (de las de café) con vino blanco - Sal - Como litro y medio de agua - 2 cucharaditas de bicarbonato
La noche anterior a preparar esta receta, ponemos los garbanzos en agua. Cantidad de agua: que los cubra, y un dedo o dos más por encima de los garbanzos, ya que absorben agua. Le añadimos una cucharadita de bicarbonato, removemos y tapamos. Dejamos así toda la noche.
La mañana siguiente, les cambiamos el agua, les añadimos otra cucharadita de bicarbonato y dejamos hasta el momento de preparar la receta. Os recomiendo prepararla por la noche, ya que está mucho mejor de un día para otro. Nota: Al mismo tiempo que ponemos los garbanzos en remojo, desalamos el bacalao dejándolo en agua por lo menos 1 día.
Vamos ya con la receta:
Escurrimos y reservamos los garbanzos.
Ponemos a calentar el agua en una cazuela y cuando rompa el hervor añadimos los garbanzos. Dejamos cocer unos 50-60 minutos.
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Un rato antes de que terminen el tiempo de los garbanzos preparamos el resto de los ingredientes:
Pelamos las patatas y las cortamos a cuartos. Lavamos los ajos enteros y sin pelar y los cubrimos con un paño, para darles un par de golpes con el mango del mortero o similar para partirlos y que suelten el sabor en el caldo. Pelamos y picamos el tomate. Lavamos y esurrimos las espinacas y el bacalao ya escurrido lo cortamos en tiras.
Todos los ingredientes anteriores los añadimos a la cazuela de garbanzos. Cuando rompa de nuevo el hervor, añadimos el vino blanco, sal y dejamos cocer unos 15-20 minutos.
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Antes de retirar del fuego, comprobamos el punto de sal.
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